Como les he dicho en todo lo que he subido hasta hoy, este mes es bien especial, ya que todo lo que les escribiré, es resultado de procesos que he estado viviendo para alcanzar mi SALUD INTEGRAL. La cual aún no tengo al 100%, pero vamos hacia ella.
En esta ocasión hablaré sobre la SALUD FÍSICA, que es un pilar importante de la salud integral.
Hace unos años empecé a caminar hacia un remolino interno sin darme cuenta. Remolino que con el tiempo me atrapó por completo.
Siempre he sido una persona bien activa, inquieta por decirlo así. De esas almas que siempre sienten que tienen un compromiso con la vida y que deben de dejar algo que aporte. Cuando Dios me da la oportunidad de poder trabajar en actividades que me permitan bendecir su creación, doy un sí, sin pensarlo. Lo mismo pasa en mi trabajo, siempre entiendo que puedo dar lo mejor y por ello me tomo muy en serio las asignaciones que me dan. Ni decirles de las personas que tengo el privilegio de darles un consejo, me preocupo de que realmente caminen hacia la mejoría de sus vidas.
Pues ahí estaba yo, envuelta en todo eso, FELIZ, pero ajetreada. Embarcándome en más y más cosas cada día. Claro está! No me quejo en el sentido de que recibí mucho en ese tiempo y también crecí bastante, maduré muchísimo envuelta en todo lo que estaba, pero poco a poco había menos tiempo para mí. Había menos tiempo para comer bien, menos tiempo para ejercitarme, para descansar, para meditar, para organizar. Incluso para amar.
Empecé a abrumarme y a perder algo que juré no negociar: LA PAZ. Cada día me sentía más cargada, más estresada, más debilitada física, mental y emocionalmente. Sin embargo no paraba. No escuchaba esa voz interior que me decía: ¡DETENTE, NECESITAS PONER ORDEN! Me sentía de brazos cruzados porque en verdad sabía que debía mejorar y quería, pero no me disponía. Hasta que mi cuerpo COLAPSO.
Hace unos meses por el descuido y el stress, empecé a padecer una condición en mis manos y en mis pies llamada: Queratodermia Palmoplantar, esto es una condición que hace que la queratina de tu cuerpo se concentre en las manos y los pies provocando que las mismas se engrosen y resequen que manera extrema, llevando esto a incluso causar fisuras en las mismas. Aumente de peso por el mal comer y mi cabello y mi piel empezaron a opacarse ¡Ya se imaginan lo que esto significa para una mujer! ¡HORRIBLE! El proceso de esto me llevo a realizarme algunos análisis médicos los cuales determinaron que mis niveles de hierro estaban en el piso. En pocas palabras, era una muerta en vida.
Recuerdo ese día que llegue a casa y dije: YA NO MÁS. Señor, si no me ayudas, no podré sola. Sabia que tenia muchísimo por hacer, pero no tenia idea por donde comenzar. Uno de mis mentores en esta área me dijo una vez: “DEBES SER INTENCIONAL. Si quieres un cambio en tu vida, ve por él. Aprende del dolor y forja tu carácter”.
Siempre digo que tengo dos opciones, y créanme que quedarme en el piso no iba a ser una de ellas. Así que empecé a accionar y a dar pequeños pasos que me llevaran a recuperar la salud física que se me iba de las manos. No fue fácil, ni sigue siendo fácil, pero a medida que nos hacemos constantes, empezamos a sentirnos mejor. Creo que los hábitos no se dejan, solo se sustituyen por otros. Estaba y aún estoy en la disposición de cambiar esos malos hábitos y cambiarlos por aquellos que me ayuden a llevar una vida mejor.
Te dejo con algunos de los pasos que he dado y créanme que soy una mujer bien ocupada, son:
Ir al gimnasio 3 veces a la semana
Desayunarme (importantisimo)
Preparar mis comidas o disminuir las porciones
Descansar más
Hidratar mi piel constantemente
Tomar más agua
Disminuir la comida chatarra
Tomar suplementos vitamínicos (ya que lo necesitaba por lo mal que estaba)
Disfrutar de la vida al aire libre ( eso también le hace bien a tu cuerpo, créeme)
Decir NO
Este último es muy importante y el más difícil de todos, porque muchas veces tendremos que decir NO a cosas que queremos hacer y a personas que amamos, pero que en el fondo sabemos que si nos embarcamos en eso que nos piden o nos exhortan volveremos a caer en ese remolino que dejamos atrás y no deseamos volver.
Estos pequeños pasos me han ayudado a mejorar muchísimo mi salud física, me siento llena de ánimo, voy recuperando la fuerza cada día y disfruto crear platos nuevos que sé, ayudarán a mi mejoría. Aunque aún no estoy completamente sana de la condición que les hablé, voy mejorando bastante bien. Esto es algo que lleva tiempo y mucha paciencia.
No puedo dejar de mencionar que definitivamente la comprensión y el amor de las personas que me rodean han sido claves para que espere con paciencia y gozo recuperarme completamente.
No es tan difícil. !Vale la pena. Tu te lo mereces! Si no cuidas tu cuerpo ¿Dónde vas a vivir?
!No te rindas!
Lola.
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