Las cosas entre ella y él se estaban poniendo muy acaloradas. Ella le gritaba una y otra vez que no se dejaría envolver por el momento… El solo la observaba. Había una mezcla tan intensa de sentimientos entre amor, decepción, dolor, confusión, deseos de nuevos inicios que nos les importó si a su alrededor habían personas.
Caminaban sin buscar un lugar en el cual estar, pero de pronto, ella agarró su cartera y con una mezcla indescriptible de sentimientos salió de aquel lugar.
El pagó la cuenta rápidamente dejándole el cambio al mesero y salió tras ella. Buscaba para todos lados y no podía encontrarla.
De pronto miro hacia un lugar iluminado y vio su silueta. Ella se había apartado a observar el mar desde una plataforma para pescadores que había cerca de aquel restaurant. Miraba hacia el horizonte en medio de la oscura noche donde iluminaba la enorme luna y aquel farol en la cabecera de la plataforma.
La noche seguía siendo templada y la suave brisa movía su cabello. Una que otra lagrima salía de sus ojos y caían en el hierro de la baranda de la cual se sostenía.
De repente, llegó el y permaneció en silencio. No pronuncio una sola palabra y también miraba hacia el horizonte sin figurar nada en especifico.
Después de un largo tiempo sin ninguno pronunciar palabras el dijo:
Lo siento, no pude llegar a ti. Me siento tan pequeño en este momento, no sé lo que nos pasó. Quiero amarte hasta el fin. Lo siento, no pude llegar a ti.
Ella permanecía en silencio y él continuaba… Tal ves como dijiste ya no importe lo que pasó, talves ya no importe saber porque no llegue a nuestra cena, aquella que planeamos con tanta antelación y que soñábamos que sucediera. Aquella que cambiaría nuestro futuro. No importa, de todos modos lo haré y me despediré.
Esa noche mientras me alistaba para ir a verte, recibí una llamada de casa y me dijeron que el abuelo había muerto. El era todo para mi, lástima que no lo pudiste conocer. En ese momento me bloquee, no supe que hacer y salí como un loco al aeropuerto para montarme en el próximo vuelo que saliera a Madrid. No pensé en nada más, más que en ir a casa a verlo por última vez. Por eso no llegue a nuestra cena. Por eso no recibiste siquiera una llamada para explicarte porque no llegaría. Lo siento, no pude llegar a ti.
Ella dijo con voz casi susurrada:- Yo te hubiera seguido hasta el fin. Pero él no la escuchó.
El continuó:- cuando regrese a la semana siguiente que te busque, obviamente no querías ni verme, no pudimos hablar, no te pude explicar, y nos herimos con las cosas que nos dijimos. Entendí que no valía la pena explicar nada y me marché como me pediste, para nunca más volvernos a ver. Lo siento no pude llegar a ti.
Ella observaba hacia el horizonte y sus lágrimas seguían cayendo por sus mejillas. Guardaba silencio y él dijo con voz ya sin esperanza:- Di algo por favor, por lo menos que no te importa para quedarme con esa respuesta clara antes de irme. Me estoy rindiendo hoy…
Ella se volteó a él suavemente, lo miró fijamente a los ojos con una mirada llena de compasión, colocó su mano sobre la mejilla de él y le dijo: Quiero amarte hasta el fin pero, aprendo recién. Ella se acercó a su cara y lo besó.
El la apretó hacia su regazo y colocó una de sus manos en la mejilla de ella. La miró y le dijo:- Lo siento tanto. Lo siento no pude llegar a ti.
Ella le dijo:- Yo te hubiera seguido hasta el fin.
No dejaban de mirarse fijamente a los ojos mientras se abrazaban. Era como si deseaban hacer una foto en sus memorias que les hiciera recordar aquel momento para siempre y olvidar todo aquel tiempo que pasaron separados.
Ella agregó: Perdóname también a mí, con voz apenada y avergonzada. Fui una egoísta todo este tiempo solo pensé en mi, en lo que mi orgullo me decía era lo correcto y no me tomé un momento para ti y saber que había pasado y apoyarte.
El la interrumpió:- Shhhh ya, nada de eso importa. Solo este momento. Solo este ahora. Solo tu y yo.
FIN.
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