¡Hola mis amores! aaaw que feliz me siento de estar de vuelta aquí con ustedes. Les cuento que recientemente leí un libro bastante conciso que me hizo reenfocar muchas cosas en mi manera de pensar. Se llama "Dios creó la ley de la atracción" de Rubén García. Parece suspicaz el tema, pero me llamó mucho la atención la manera en la que conjuga la ley de la atracción que tanto hemos escuchado en libros como "El Secreto" de Rhonda Byrne y que vemos como muchas personas a nivel mundial la emplean haciéndonos énfasis en que el secreto de conseguir aquellas cosas que deseamos en la vida va muy de la mano con nuestra manera de pensar y la confianza que depositamos en nosotros mismos. En sencillas palabras nos dice que nuestros pensamientos, palabras y emociones influyen en nuestras vidas, impactando nuestra realidad y atrayendo hacia nosotros todas las cosas que pensamos y decimos.
Lo que más me trastornó de este libro es como me lleva a descubrir que esta ley, que tantos metafísicos por no entrar en lo religioso se lo adjudican al "Universo", pero no es mas que una ley creada por Dios. ¿Quién creó el universo? ah sí gracias ¡DIOSSSS!! ... Dice el libro de génesis " Y habló Dios y creó los cielos y la tierra". Lo único que El usó para crear todo lo que hoy vemos fue SU PALABRA. Él hablaba y las cosas se hacían. Cuando Dios habla, crea y ese poder creador nos lo regaló a nosotros para que podamos transformar nuestro entorno, nuestra vida.
Me hace mucho sentido porque en muchas partes de la biblia Jesús decía: "Si creyeras con todo tu corazón, si creyeras con todo tu ser, no te he dicho que si crees verás"... De eso se trata, de creer, de visualizar aquellas cosas que deseamos, de dar gracias por ellas aún antes de tenerlas, creyendo que ya son nuestras.
Creo que debemos cuidar y darle importancia a nuestros pensamientos, ya que ellos con el tiempo van a definir el lugar en el que estaremos y las acciones que realizaremos para lograr esas cosas que deseamos alcanzar. He aprendido que mis pensamientos no me pueden dominar a mí, sino yo a ellos. Es difícil, uuf sí, pero es necesario para que podamos alcanzar y llegar a convertirnos en una mejor versión de lo que somos.
Hoy te reto y te desafío a que cambies tu manera de pensar, ten cuidado con lo que piensas y deseas, porque se puede convertir en realidad.
¡Hasta la próxima!
Con amor,
Lola.
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