A veces cuando estamos en medio de situaciones difíciles como que nos descontrolamos (díganmelo a mi 🤦🏻♀️) ya sea en medio de un desierto personal, un proyecto tuyo o de la empresa que trabajes, una decisión importante que debas tomar. Sea cual sea la razón o el escenario, habrán momentos en los cuales tu paz se irá (ay Dios mío cuantas veces me pasó en el proceso de la boda 🤦🏻♀️😅)
Sin embargo, no me quiero enfocar en esos momentos, sino en esa manera de hallar paz en medio de un panorama que pinta todo lo contrario, en medio de voces que silentes te gritan “no lo lograrás” (eso creen ellos 😌), en medio de la impotencia de no poder hacer nada. Quiero contarte algo que me pasó el día de mi boda.
Se que Dios me está enseñando cada día a depender de Él (pero tiene los juegos pesao’ el hombre). Mi boda fue al aire libre (hermosa 😍) pero ese día en la mañana, amaneció cayendo el real aguacero. Recuerdo cuando abro mis ojos y me topo con este panorama que podía cambiarlo todo.
Recuerdo que me pare de la cama y me senté a mirar por la ventana y decirle al Señor:—Gracias por la lluvia, porque sé que es bendición, pero tu sabes que mi boda es al aire libre y mi anhelo es hacerla así, ahora bien, yo no puedo cambiar el clima, pero Tu si, porque Tu lo creaste, si es Tu voluntad por favor, que deje de llover.
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Señores de verdad que la paz que sentí fue increíble, renuncié a mi deseo de casarme al aire libre y en ese momento solo dejé que las cosas fluyeran.
Me fui a alistarme y en menos de 1 hora cuando mire por la ventana del hotel, había dejado de llover. Dios me regaló un sol radiante como se lo pedí y tuve la boda más hermosa de lo que soñé. Pero no solo eso, cuando mi esposo y yo salíamos del lugar de la celebración para irnos, ahí mismo empezó la lluvia, como si se tratase de Dios diciéndome: —ves, te escuché y pare la lluvia por ti.
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Dios es un padre bueno, que anhela lo mejor para sus hijos y quiere que aprendamos a depender de El y confiar de que El tiene todo el control, que nada nos debe robar la paz, porque cuando la perdemos le decimos a El, mi problema es más grande que Tu.
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Se que vendrán momentos muy fuertes a nuestra vida, pero que con todo podamos decir asi como David: “Alma mia alaba a Jehova y no te olvides de ninguno de Sus beneficios” no permitas que las circunstancias te hagan olvidar lo que Dios ha hecho por ti.
Con Amor,
Lola.
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